“La Escuela Rural tiene a mano un amplio e inmejorable “laboratorio”, un “taller”, “campo de prácticas”, un “archivo”” (Contreras, 1976, p. 5).
Cuando se enseña a los estudiantes contenidos de actividades físicas en el medio natural, se está enseñando, ya no sólo para el primer tiempo pedagógico propuesto por el currículo, sino que también para el segundo y tercer tiempo de ellos mismos, que puede ser tan importante como el primero. Se experimentan y enseñan senderos, espacios, juegos en el medio natural,… es decir, contenidos que ayudan a fomentar el aprendizaje a lo largo de toda la vida.