Desde el aspecto personal, es muy enriquecedora la propuesta, debido a que ha permitido establecer metodologías contrarias a las que se aplican regularmente en las clases de Educación Física (individual y competitivo). Esto permite encontrar actitudes positivas desde la orientación de estrategias de corte más cooperativo, y posibilita la creación de ambientes armónicos que favorezcan la comunicación asertiva y las habilidades pro sociales, dentro las que se destacan el respeto, la solidaridad, la tolerancia, entre otros. Con esto se busca un desarrollo integral desde la misma clase.
Es por esto que se hace énfasis en actividades cooperativas en la clase de Educación Física, pues estoy totalmente convencido de que este tipo de actividades tiene un gran elemento humanizante y emancipador, en donde no solo se transversalizan diferentes proyectos y asignaturas, sino, también, en donde se fortalecen procesos de resignificación, socialización, participación, liderazgo y cooperación. Aspectos importantes para que la mayoría de estos niños, adolescentes y jóvenes potencien sus capacidades individuales y colectivas; se reconozcan a sí mismos y sean reconocidos por la comunidad educativa, en general, con el fin de ser garantes de procesos convivenciales positivos dentro y fuera de la institución.
En este sentido se viene potenciando los valores sociales e institucionales que permitan la transformación del contexto, al fomentar una conciencia y mejor percepción que los haga visibles y valorados ante una comunidad educativa y la sociedad en sí.
Todo lo anterior ha implicado el establecimiento de nuevas metodologías que, de acuerdo con Restrepo (2004), tiene un soporte pedagógico desde la cotidianidad, que permite a los docentes tejer, permanentemente, herramientas que enfrentan y transforman su práctica cada día, quienes buscan responder en forma apropiada a los contextos, a las necesidades propias de los estudiantes y al aspecto sociocultural de los mismos.
Por lo tanto, a lo largo de la propuesta se vienen utilizando metodologías activas (aprendizaje cooperativo, aprendizaje basado en problemas y descubrimiento guiado) basadas en la experimentación, a partir de las cuales se ha podido alcanzar las competencias de la clase de manera participativa, el desarrollo de habilidades interpersonales e influenciar en el cambio positivo de conductas. Así mismo, me ha permitido ejercer el papel de ayudar al estudiante en la resolución de los problemas, observar sistemáticamente el proceso de la clase y retroalimentarla, propiciando la reflexión de los equipos. Los estudiantes han podido desarrollar estrategias de su modo de aprender, se conocen a sí mismos e intentan ponerse en el lugar de los demás para que todos los miembros del equipo se sientan bien y trabajen de manera mancomunada en la búsqueda de un fin conjunto.
Por otro lado, es importante decir que esta propuesta me ha servido como base para el desarrollo de un trabajo investigativo y se elaboró un informe final que posteriormente fue sustentado y aprobado para recibir el título de magister en Motricidad-Desarrollo Humano en la Universidad de Antioquia. Dicho trabajo de investigación, tuvo como título: El Conflicto Escolar en la clase de Educación Física: un aporte para la Convivencia Escolar, centrando su objeto de conocimiento en analizar los posibles alcances de un plan de acción en la gestión de conflictos y la convivencia escolar en la clase de Educación Física con estudiantes del grado 10 de la institución educativa San José Obrero de la ciudad de Medellín. Metodológicamente se orientó desde la investigación acción educativa en sus fases de deconstrucción, reconstrucción y evaluación de la práctica, a través de momentos como formulación, diseño, gestión y cierre de la investigación. Empleó como técnicas e instrumentos, la observación participante a través de un diario de campo, la entrevista semi estructurada a través de una guía de preguntas sobre convivencia y conflicto escolar y la aplicación de talleres a través de una guía de protocolo. Los principales aportes ante la convivencia, son orientaciones para la mejora de las relaciones sociales y las prácticas, mientras que, para la gestión del conflicto, son orientaciones para comprender las manifestaciones, las respuestas y las causas que lo generan. Como líneas futuras, se propone realizar el mismo proceso investigativo con otros grupos de estudiantes, profesores y directivos en la institución educativa.
Por otra parte, es importante señalar que los resultados que hasta el día de hoy viene teniendo la propuesta se ha podido hacer visible en otros espacios académicos y educativos, teniendo la oportunidad de presentarla en diferentes lugares como ponente. A saber: Foro corregimiental de investigación (IE San José Obrero, San Antonio de Prado, 2019), Simposio Cultura Somática (Universidad de Antioquia, Medellín, 2019), VI Seminario de Derecho de los niños y niñas en el proceso formación deportiva (Universidad Tecnológica de Pereira, 2020) y la publicación del libro llamado: La gestión del conflicto en la clase de Educación Física, como resultado de proceso investigativo (España, editorial Publicia 2020).
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