jueves, 6 de agosto de 2020

CONTEXTO DE LA EXPERIENCIA


En el contexto educativo la convivencia se convierte en algo inherente al proceso que allí se realiza. El solo hecho de convivir, compartir y estar en oposición con el otro hace que se desarrollen relaciones sociales y aparezcan a su vez conflictos. Estos, vistos de una manera positiva, más que un problema se convierte en oportunidad para aprender a trabajar en el marco del respeto y reconocimiento por la diferencia del otro.

En este sentido Fraile, López, Ruiz, Velázquez (2007, p. 8) consideran que «la acción de convivir en la escuela representa vivir juntos unos con otros a partir de unas relaciones sociales y desde unos códigos valorativos, que permiten, con ello, superar los conflictos ordinarios del aula». Según Buscà, Ruiz y Rekalde (2014, p. 156) estos conflictos «representan, en la actualidad, una de las grandes preocupaciones de la comunidad educativa. Su origen puede ser tan diverso como diversas pueden ser las situaciones de desigualdad, insolidaridad, precariedad, inseguridad… ya sea en el ámbito sociocultural, político o económico».

Durante la convivencia es normal que las dificultades y los conflictos aparezcan, pero esto no es obstáculo para que la convivencia con el otro sea una oportunidad de resolver estas situaciones de manera positiva en el fortalecimiento de las relaciones sociales y la resolución de los conflictos de una manera pacífica. Se han podido utilizar las clases de Educación Física como facilitadoras en este proceso de transformación escolar. Como lo afirma Tuvilla, (2004) que el conflicto, «desde un punto de vista positivo, es el motor de cambio social y sus efectos, siempre que sepamos gestionarlo bien, permiten establecer relaciones cada vez más cooperativas» (p. 24).

Desde otra perspectiva del conflicto, las situaciones que hoy vive la sociedad colombiana tocan cada día más las instituciones educativas. Este fenómeno en la Institución Educativa San José Obrero, del Municipio de Medellín, ha llevado a que se presenten conductas agresivas. Entre ellas, el maltrato físico y verbal, lo que define comportamientos generadores de diferencias entre los estudiantes e interfieren en diferentes momentos de la vida institucional de una manera negativa.

En consecuencia, la convivencia escolar se tornó cada vez más difícil en las clases de Educación Física, esto ha propiciado la aparición de conductas agresivas asociadas a juegos bruscos que en muchos casos se da de manera malintencionada y que dan lugar a insultos, apodos despectivos, exclusión entre compañeros, lo que genera alejamiento de las actividades institucionales en algunos estudiantes. Esto se pudo evidenciar en las observaciones realizadas en diferentes clases de Educación Física a inicios del año 2018.
Además, comprendiendo a profundidad el contexto en que se desarrolló la presente propuesta, se comparten elementos como:

La Institución Educativa San José Obrero está ubicada en la comuna 80 (corregimiento de San Antonio de Prado), del Municipio de Medellín. Es una institución oficial que brinda educación preescolar, básica primaria, media académica y técnica (décimo y undécimo) en jornada única; y en la actualidad cuenta con una población de 1601 estudiantes pertenecientes a los estratos 1, 2 y 3; y sus edades oscilan entre los 5 y los 19 años. Algunos son víctimas del desplazamiento forzado.

En consideración a su vida familiar se encuentran estudiantes cuyo núcleo familiar no está bajo los parámetros de la familia nuclear (conformada por una pareja y los hijos), sino de la familia extensa (varias familias en la misma casa) y monoparental (madres cabeza de hogar). Dadas estas condiciones familiares, puede existir la posibilidad de que estos problemas de agresividad, carencia afectiva, falta de motivación por lo académico y falta de respeto por la norma, sea consecuencia de lo que viven en casa. En este sentido Rodríguez y Mejía (2012, p. 99) consideran que «la familia influye de forma directa en el surgimiento de comportamientos violentos, pues los agresores generalmente han sido víctimas de experiencias traumáticas de maltrato».

En tanto a su vida en comunidad, los estudiantes pertenecen, en su gran mayoría, a la zona urbana del corregimiento. Por lo que la Institución Educativa se convierte en un sitio de encuentro para habitantes de los diferentes barrios, que en otrora fueron sometidos y limitados a las fronteras invisibles impuestas por integrantes de grupos al margen de la ley pertenecientes a cada sector. Esto apunta a la posibilidad de pensar que una de las posibles fisuras en la relación interpersonal entre estudiantes pueda deberse a secuelas que dejó esta situación.

Ante esta realidad, se ha generado gran preocupación por lo que viene sucediendo en los grados superiores, puesto que los constantes conflictos que, en su gran mayoría, terminan en agresiones de tipo físico o verbal, lo que genera ambientes escolares no deseados y alteración en la convivencia escolar.

Esto implica repensar el manejo que se le está dando a esta situación y cuáles son las estrategias de intervención que se están desarrollando, porque si bien son importantes los contenidos y resultados académicos, es aún más importante apostarle al trabajo de la convivencia. Trabajar en la convivencia escolar es buscar que la comunidad educativa aprenda a vivir de forma constructiva con el otro y con su propio entorno. En esta línea se orienta al refuerzo del desarrollo humano a partir de las necesidades de los propios estudiantes en aspectos como la participación, la creación y la toma de decisiones en contexto.

Por esta razón resulta pertinente aplicar estrategias que ayuden a fortalecer la convivencia y la resolución del conflicto en su cotidianidad. Es por esto que, desde el año 2018 desde el Área de Educación Física, se realiza la propuesta denominada « Eduflicto: propuesta para la convivencia escolar desde la clase de educación física en la I.E San José Obrero.», con la cual se viene generando planes de acción para la gestión de conflictos y la convivencia escolar en y desde la clase de Educación Física a partir de la implementación de metodologías activas (aprendizaje cooperativo, aprendizaje basado en problemas y descubrimiento guiado), orientadas a promover el desarrollo de conductas prosociales y el fortalecimiento de las relaciones interpersonales entre los integrantes de los diferentes grupos; mediante el desarrollo de actividades, juegos y retos cooperativos que faciliten el trabajo en equipo y la participación de todos desde sus propias capacidades.

Además, la ejecución de esta propuesta busca transformar una realidad, a partir de la generación de otras miradas en el manejo del conflicto y resolución de problemas. Este es un gran aporte a la Institución Educativa, con el que se busca consolidar —por qué no— un plan de ciudad como orientador para la convivencia escolar.

Ahora bien, para el marco de la contingencia derivada por el covid-19 y las mediaciones multimodales que se han utilizado para continuar con los procesos, ha surgido la posibilidad de trabajar en equipo con los demás docentes de Educación Física para la planificación de guías y diseño de estrategias, donde resulta importante y muy pertinente apoyar todo este trabajo virtual, siendo necesario involucrar a la familia para el desarrollo de las actividades ofrecidas en las guías de aprendizaje de Educación Física.

De este modo, la propuesta que, inicialmente, se desarrollará en la presencialidad ha tenido que reinventarse. Por lo tanto, surgió la necesidad de hacer adecuaciones en la planificación del trabajo con ayuda de los demás colegas del área. Esto ha implicado cambiar los protagonistas de la acción, lo que quiere decir que se cambian los compañeros de clase por la posibilidad de ejecutarse y compartir con otros diferentes a los antes mencionados, en este caso, la familia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Que y cuáles son las Habilidades socioemocionales?

  https://drive.google.com/file/d/1qg-B_FFiCosmpUO4W5BcNBKB5wpS06Ez/view?usp=drivesdk